Este británico de casi 44 años, dio vida (para dar muerte) por primera vez a estos conejitos suicidas en 2003, con su libro: El libro de los conejitos suicidas (The Book of Bunny Suicides).
Con estas ilustraciones minimalistas, Riley nos muestra las más ingeniosas formas que tienen de suicidarse los conejitos, la escena normalmente ocurre antes de que se lleve a cabo el hecho en sí, aunque a veces se muestre el fatal desenlace.
Desconozco si es por la actitud de los conejos, impasibles, tranquilos, tan humanos cómo inhumanos a la vez y la imaginación del ilustrador a la hora de inventar toda clase de artilugios y situaciones propicias, haciéndolas en prácticamente todas las situaciones algo cómico a la par que gore.
En su página - blog, encontramos dónde adquirir productos con estas ilustraciones: Aquí
Andy Riley publicó más tarde en 2005 El regreso de los conejitos suicidas (Return of the Bunny Suicides) y el último de esta serie de conejitos en 2006 A box of Bunny Suicides, 2010 en España El amanecer de los conejitos suicidas
No cabe duda que detrás de esta auto-matanza hay todo un mensaje detrás, la elección de la figura de los conejitos, criaturas indefensas, suaves, que conmueven... y expuestas a la autodestrucción, desde mi punto de vista (los historiadores del arte siempre queremos ver más allá de la imagen) apostaría a que Riley, mediante estos dibujos quiere conmover más allá de la pura imagen, ironía y sátira (puramente inglesas), se hacen eco tras imágenes de apariencia inocente, nada más alejado de la realidad.
En 2010 participó activamente en el largometraje de animación, Gnomeo y Julieta.
¿Qué pensáis de este ilustrador y su singular forma de movernos algo por dentro?
Gracias por estar ahí detrás! (:
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